LA VIRGEN DE LOS DESAMPARADOS
Una historia de más de 600 años
La imagen de la Virgen de los Desamparados tiene más de seiscientos años y fue en su origen la titular del primer Hospital para enfermos mentales que tuvo la ciudad de Valencia, a principios del siglo XV, el Spital de Ignocens, folls e orats, considerado el primer centro sanitario para enfermedades mentales del mundo cristiano. La Cofradía que regentó este antiguo Hospital quiso que fuera la Virgen María la titular del mismo y encargó su talla. La misma que fue venerada en distintas capillas a lo largo de su historia y hoy en día preside el altar mayor de la Real Basílica.
A su nombre primero, Nostra Dona Sancta Maria dels Ignocens Màrtirs, dispuso el rey Fernando el Católico en 1493 que se ampliara con el título de: e dels Desamparats, naciendo de este modo la advocación mariana de los Desamparados. Una advocación con un profundo sentido humano y social llamada a tener una veneración universal.
Fue esculpida como imagen yacente para ser llevada sobre los féretros, en procesión, en los enterramientos de cofrades y de aquellos fallecidos abandonados, náufragos o ajusticiados como obra caritativa de la Cofradía. Su cabeza en sus primeros años reposaba sobre un almohadón, por eso, cuando se expone erguida, su cabeza está inclinada hacia nosotros confiriéndole una peculiar característica. También es reconocida por su amplio manto símbolo de su protección y tan relacionado en su confección con la tradicional industria sedera valenciana. Sus atributos primitivos son: la azucena, símbolo de su Purísima Concepción; el Niño Jesús llevando la Santa Cruz de Monte Calvario aludiendo al primer símbolo de su Cofradía; y a los pies los Santos Inocentes, muertos por Herodes, como signo de protección sobre aquellos que sufren desde su inocencia.
La historia de esta advocación mariana de Desamparados va de la mano de la propia historia de Valencia desde hace más de seis siglos. Su imagen se creó para ser el símbolo y la orientación de una ya existente obra caritativa y asistencial en la edad media. La devoción que se le profesa se ha extendido por los cinco continentes y es protagonista de las principales fiestas y tradiciones de Valencia y de otros lugares del mundo. En la actualidad, son miles los devotos, peregrinos y visitantes que se acercan a Ella.